LAS TARIFAS

Una de las decisiones que mas dudas generan al abrir nuestra propia peluquería canina y de la que depende en gran medida su futuro es el establecimiento de las tarifas de los diferentes servicios. Lo habitual es consultar los precios de la competencia mas cercana o simplemente continuar con las tarifas habituales en los distintos centros en los que has podido trabajar anteriormente.Precios bajos

No existe un criterio unificado a la hora de establecer los precios de los diferentes servicios que constituyen nuestra actividad, podemos encontrar tarifas basadas en los diferentes tamaños, pesos o incluso razas o tipos caninos. En los foros o grupos de Facebook se repite de forma periódica la cuestión y se expresan distintas opiniones y criterios áunque la mayoría basen en realidad la compensación económica por su trabajo en la comparación que en en un criterio razonado.

El problema es que la mayoría de los nuevos salones de peluquería canina que se establecen confían en que ofrecer unos precios mas bajos que su competencia puede ser un factor determinante para resultar mas atractivos a sus potenciales usuarios y un punto de partida sobre el que comenzar a generar su base de clientes y su despegue empresarial.
La creencia generalizada es que tras el atractivo de unas tarifas a la baja que generen una afluencia inicial las podrán ir elevando hasta hacerlas mas rentables sin perder clientela.
Pero esta teoría de “comienzo bajo para enganchar y ya subiré cuando pueda” resulta una trampa de la que es difícil escapar debido a que muchos clientes no entenderán el porqué de una subida cuando el servicio que les ofreces es el mismo, se sentirán agraviados, penalizados sin motivo y probablemente te abandonarán hacia otros centros que apliquen la misma política de precios bajos que tú usaste en su día.
Hay que decir que el cliente que busca la oferta mas baja del mercado no es fiel en absoluto, solo busca precio y, por lo general, tiende a valorar el trabajo del peluquero exclusivamente en función de lo que le cobra.
En definitiva, la oferta a la baja resulta especialmente atractiva para clientes que aprecian el precio por encima de la calidad del servicio, clientes con los que resulta casi imposible establecer la confianza y los lazos de fidelidad que necesitas para la supervivencia de tu negocio.
Es materialmente imposible debido a la libertad de precios establecer unas tarifas para todos los centros aunque sería deseable consensuar entre los profesionales unos precios mínimos y un compromiso de cumplimiento.
Mientras no se produzca un acuerdo, y actualmente es complicado debido al bajo nivel de asociacionismo del sector, seguiremos inmersos en esta especie de subasta a la baja tan perjudicial para el futuro de todos.


Este hábito tan contagioso en tiempos de crisis como es la competencia a la baja devalúa la profesionalidad y la especialización de las personas que nos dedicamos a este oficio, la consideración social de nuestra actividad decae e incluso se deteriora la percepción que muchas personas tienen de las necesidades de higiene y cuidado de sus mascotas y de la importancia que el profesional de la peluquería canina tiene en el bienestar de sus compañeros.


LA COMPETENCIA DESLEAL

Otro factor negativo de esta política de precios en continua caída es el aumento de la competencia desleal y la disminución de la calidad de los servicios.
Ofrecer precios bajos o muy bajos y seguir generando beneficios a menudo implica reducir drásticamente los costes del servicio e incluso la defraudación de las obligaciones fiscales y laborales. Usar productos de ínfima calidad, incumplir normativas y explotar laboralmente a los empleados son las formulas mas comunes para reducir costes y estas prácticas colocan en una situación de desventaja a quienes se encuentran comprometidos con las buenas prácticas en su actividad.


El hecho de que la peluquería canina sea para algunos centros su principal actividad y para otros una actividad complementaria es otro factor que dificulta la unidad de criterios a la hora de establecer unas tarifas equilibradas.


¿Cual sería la tarifa mas adecuada?

Sería aquella que se calcula partiendo de unos costes basados en un servicio de calidad permitiendo generar un margen de beneficio razonable y adecuado.
De forma que para establecer un precio por servicio se deberían estudiar todos los diversos factores que intervienen en el coste del mismo, sumar un margen de beneficio y aplicar los impuestos.

 

PELUQUERIA CANINA LOW COST

Recientemente se les aplica a este tipo de servicios de bajo precio la denominación de “low cost” pero esto no es del todo cierto puesto que esta denominación se otorga a los servicios que ofrecen un bajo precio reduciendo los costes de producción sin alterar la calidad.
Los low cost buscan el beneficio empresarial con margenes muy reducidos y un intensivo control de los procesos buscando una gran facturación, un elevado numero de servicios que les permitan negociar a la baja con sus proveedores y un elevado nivel de eficiencia en los procesos y esto, por desgracia no es lo que suele pasar en las peluquerías caninas low cost puesto que el número de servicios nunca resulta ser tan elevado que les permita reducir los costes sin detrimento de la calidad.

 

En resumen, la política de precios a la baja como recurso empresarial no solo no es eficiente sino que puede resultar un lastre en nuestro negocio, la ilusión por atraer nuevos clientes o robárselos a la competencia directa se transforma en decepción cuando compruebas que te resulta imposible mantener unas tarifas que te proporcionan poco o ningún beneficio, que cuando pretendes elevarlas los clientes se amotinan y abandonan el barco y cuando eres consciente de que tu empresa ha dejado de flotar, que eres incapaz de mantener siquiera tu punto de equilibrio y de que comienzas a hundirte lentamente consumiendo los recursos que dispones y la ilusión que pusiste en este negocio que esperabas que hiciera de tu vocación un medio de vida permanente.